El hotel tiene una decoración encantadora, y aunque

la llegada fue un poco confusa, el personal fue realmente amable. La habitación era espaciosa y moderna, con un cómodo acceso al metro. La limpieza era impecable, pero el Wi-Fi no funcionó muy bien a veces.

habitación amplia, baño moderno, cercanía al metro de Pigalle

La limpieza me decepcionó, ya que claramente se limitó a ordenar y vaciar la basura. El aire acondicionado falló varias veces y podría mejorarse la calidad de la conexión Wi-Fi, ¡es frustrante cuando no funciona bien!!!

El personal es muy amable y te puede ayudar mucho con recomendaciones locales. Considera pedir una habitación con balcón para disfrutar mejores vistas.

Personal amable y habitación amplia cerca del metro.

La habitación era acogedora, pero la limpieza dejó mucho que desear.

Al grano, lo mejor y lo peor

El hotel es acogedor y el personal es excepcionalmente amable. La cama es muy cómoda y los detalles de cortesía, como los productos de baño, son un buen toque. Sin embargo, el ruido de la calle puede ser un pequeño inconveniente, especialmente en la noche, y la ubicación en el barrio Pigalle puede no ser ideal para familias.

aunque el wifi era algo lento. la habitación era amplia y moderna, con una ubicación excelente cerca del metro. el desayuno correcto y el personal muy amable. disfrutamos nuestra estancia con la familia.

comoda estancia con algunas reservas

La habitación era moderna y amplia, lo que me permitió descansar bien tras días explorando. La ubicación es excelente, pues está cerca del metro y de lugares interesantes. El personal fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar cuando lo necesitábamos.

Sin embargo, el Wi-Fi no funcionaba de manera óptima y eso dificultó un poco la comunicación.

Pasamos un gran tiempo con amigos. El hotel es acogedor y la ubicación es perfecta para explorar Montmartre. Caminamos hasta la Basílica del Sacré-Coeur y disfrutamos de las pequeñas calles empedradas. También, el equipo del hotel es muy servicial, ayudando a organizar nuestras actividades. Recomiendo dejar tiempo para descubrir los teatros y tiendas cercanas.

Una cosa que podría mejorar es el desayuno, que cuesta 14 euros por persona. Hay tantas opciones en los cafés cercanos que no probamos el desayuno del hotel.

Oh la la! La experiencia culinaria fue un verdadero festín. Descubrí un lugar cercano, Pink Mamma, donde el pescado frito es la estrella del menú—simplemente divino. probé el desayuno en Bouillon Pigalle, y aunque era sencillo, valió la pena con ese ambiente local. Además, la amabilidad de la recepcionista fue un toque extra que hizo la estancia más especial.

La habitación era acogedora, con una cama increíblemente cómoda y un baño funcional que, aunque pequeño, cumplía su propósito. La atención a los detalles fue notable con toallas cambiadas a diario y un kit de baño que incluía gorro de ducha y discos desmaquillantes.

La limpieza dejó mucho que desear, ya que durante cinco noches no se limpió el baño ni la habitación. El aire acondicionado también falló de vez en cuando, y el desayuno era muy limitado, con opciones como pan y cereales que no estaban disponibles todos los días. incluso tuvimos que quejarnos en un par de ocasiones por esta falta.

El hotel destaca por su amplia habitación y un baño moderno, lo cual es realmente cómodo. La ubicación es buena, cerca del metro, y a pesar de estar en el barrio Pigalle, las calles más cercanas son agradables y tienen buenos restaurantes. Sin embargo, la ausencia de un restaurante en el hotel es un inconveniente y el ambiente del barrio puede resultar un poco incómodo.

La habitación era súper amplia y moderna, a solo una cuadra de la estación de metro Pigalle. El hotel estaba muy limpio y el desayuno, aunque correcto, tenía lo necesario para empezar el día.

Casi perfecto.